SANTUARIO
DE SAN JUAN BAUTISTA
La Iglesia
de San Juan el Bautista es
una iglesia ortodoxa griega que data del siglo V, que se encuentra
Muristán en el barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Construida alrededor de 450 por la emperatriz Eudocia sobre la
supuesta ubicación de la casa de Zacarías, se le considera la
iglesia más antigua de Jerusalén. El piso superior fue destruido
por los persas durante el sitio de Jerusalén en el año 614,
pero fue reconstruida más tarde por San Juan el Limosnero. En el
siglo XI, la cripta fue completada y abandonada cuando los mercaderes
italianos de Amalfi construyeron sobre los cimientos una nueva
iglesia, después de obtener la autorización del Califa de Egipto.
La
Iglesia de Jerusalén como da testimonio un antiguo leccionario
conservado en lengua georgiana (ss.VII-VIII) celebraba el 28 de
agosto “en la ciudad de Enqarim, en la iglesia de Isabel la justa,
su recuerdo”. Según una tradición que se remonta al siglo IX,
esta localidad fue considerada como el lugar del nacimiento del
Bautista y una iglesia fue construida como recuerdo de los hechos que
nos narra el evangelio de San Lucas. “La casa de Zacarías está
situada a los pies de un monte a occidente Jerusalén. A la casa de
Zacarías llegó María para saludar a Isabel. En aquella misma casa
nació Juan el Precursor. Hoy, una iglesia ocupa este lugar. En su
interior, a izquierda bajo un altar se ve una pequeña gruta en la
que nació Juan el Precursor” (Abad ruso Daniel, a principios del
siglo XII). Esta misma iglesia existe todavía hoy, no habiendo sido
nunca destruida, sino que fue convertida en establo por los
musulmanes durante más de cuatro siglos hasta que, los franciscanos,
a finales del siglo XVII, consiguieron tomar posesión del lugar. Las
excavaciones, llevadas a cabo fuera del recinto de la iglesia, por el
P. Saller, (1941-42) han demostrado que se encontraba dentro de un
área habitada desde el siglo primero por hebreos (baños rituales) y
luego por paganos (lagares y una estatua de Afrodita).
En la
época bizantina, a partir de los siglos IV-V, se constata un amplia
zona de cementerios cristianos al lado de unas veneradas sepulturas
de dos “mártires de Dios”, mencionados en una inscripción de un
mosaico del pavimento descubierto en el año 1885. En frente de estas
sepulturas se encontraron restos de una capilla pavimentada con
mosaicos. Y sucesivamente, otra más en la zona sur. Todos estos
elementos, aunque no tengan relación directa con San Juan Bautista,
son un testimonio de una antigua tradición de culto en el lugar.
Javier
Mateos del Amo Colegio Diocesano “Asunción de Nuestra Señora”.
Ávila
David
Martín Fernández
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